martes, 27 de diciembre de 2011

(Parafraseando a Varguitas) EN QUÉ MOMENTO SE JODIÓ GANA PERÚ


ABC para pasar de un gobierno de concertación a un gobierno de cohesión.
Que sorprendente es ver y escuchar los comentarios que realizan ahora Keiko Fujimori, Martha Hildebrandt, Aldo Mariátegui, hasta el Cardenal Cipriani, de los cambios realizados recientemente en el gabinete ministerial. Todos ellos muy contentos por la nueva apuesta del gobierno de formar un gabinete a la medida del objetivo de la hoja de ruta. Es decir un equipo más técnico que político, el mismo que sin dudas ni murmuraciones cumpla a cabalidad lo que el Presidente o en este caso el “sistema” le indican. Al parecer una vez más ganó la centro derecha en el país y las cosas se tienen que hacer como indica la ortodoxia económica y social; por un lado ser más distributivo en cuanto a las riquezas, incrementando los programas sociales, pero por otro lado sin alterar ni entrometerse en la actividad económica, mucho menos la que provenga de la minería.
Pero parafraseando al Nobel, ¿en qué momento se jodió Gana Perú?, por ahí algunos dirán que desde un inicio esa agrupación política veía peligrar su adhesión, debido principalmente a la diversidad de corrientes ideológicas que no necesariamente compatibilizaban con el nacionalismo y que iban desde un radicalismo socialista, pasando por agrupaciones ex MRTA que intentaban volver a la democracia, ambientalistas y socialdemócratas. Es decir toda el ala izquierda política nacional veía y apostaba por Ollanta Humala (como alguna vez sucedió también con Barrantes) como el hombre que podía agrupar todas las ideas progresistas y cambiar el modelo económico que por años nos viene rigiendo. Esta coalición de izquierdas y la división de la centro derecha en campaña electoral, permitió que Gana Perú pasara a segunda vuelta con la etiqueta de ser un partido extremista y que justamente se tenía que enfrentar al otro extremo representado por Fuerza 2011.
Al parecer el papel de la izquierda dentro de Gana Perú cumplió con su objetivo puesto en la primera vuelta, pero necesariamente necesitaba de otra fuerza política para poder vencer a la derecha que temerariamente se empezaba a juntar para hacerle frente “al salto al vacío”, sin embargo para sorpresa de muchos, precisamente el creador de dicha frase (Alejandro Toledo), sumado al Nobel (MVLL) que por ese entonces también había acuñado la frase “el cáncer terminal o el sida”, se unieron para darle el apoyo a la candidatura Humalista, sumando para ese entonces un aliado más a esa centro izquierda – medio liberal que empezaba a pintarse para la segunda vuelta, la cual finalmente ganó las elecciones.
Todo estaba bien hasta terminada las elecciones. De pronto como gobierno las cosas empezaron a ponerse color de hormiga, en primer lugar le presión mediática de los grupos empresariales exigía al gobierno diera a conocer el nombre del próximo Ministro de Economía y Finanzas y al Presidente del BCRP, es más tuvieron la oportunidad de presentar su propuesta, la cual finalmente fue aceptada por el gobierno al nombrar a Castilla y Valverde, dejando de lado propuestas más coherentes con su propuesta inicial y de un corte ideológico más parecido como Kurt Burneo y  Félix Jiménez, etc. Los cuales fueron asignados a otras funciones dentro de lo que ya iba mostrándose como un gabinete ministerial de todas las sangres, en donde la economía iba a ser manejada por la ortodoxia tecnócrata, y los programas sociales serían administrados por los socialdemócratas. Todo esto, bajo la tutela del concertador por excelencia Salomón Lerner.
Este equipo ministerial de la concertación liderado por Lerner, al parecer no cumplió con satisfacer las expectativas presidenciales, la cual fue evidenciada principalmente en la posición que cada uno de los ministros tomó frente al conflicto del Proyecto Conga, quienes en su mayoría no estaban de acuerdo con la postura del Presidente que Conga va sí o sí, lo cual ha desencadenado en lo que hoy vemos como el fin del gabinete de la concertación y la instalación del nuevo gabinete de la cohesión, como curiosamente ha sido nombrado este equipo más equilibrado en ideas y más cumplidor en funciones.
Sin embargo no debería parecer raro que cada partido o agrupación política tiene un discurso cuando está en campaña y otro discurso cuando es gobierno, ahí tenemos los ejemplos de “NO al shock” de los 90’, el cambio responsable, etc. Es decir todos entraron al gobierno con el discurso que más “jala” el populista o progresista, pero finalmente gobernaron con un modelo económico liberal, con poca actividad en el desarrollo y la inclusión social. Considero que ese es el mismo actuar de la mayoría de gobiernos en Latinoamérica, a excepción de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina, los demás tienen una ligera posición hacia el liberalismo económico que garantiza la promoción de las inversiones y por otro lado, ya sea el gobierno de corte izquierdista o de derecha, influyen más o menos en el aspecto social de sus países.
En ese sentido, considero que más allá de posiciones e ideologías políticas, lo importante es contar con un gobierno que sepa lo que está haciendo y que de la forma más técnica pueda solucionar los problemas del país, que en este caso es principalmente la reducción de las brechas de desigualdad social que existen. Si el gobierno llega a solucionar este problema, podemos entrar a una nueva etapa en que las ideologías se complementan con el pragmatismo, y los resultados son celebrados por todos.

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