viernes, 23 de septiembre de 2011

PRESIDENTE HUMALA Y SU VERANO EN NEW YORK


Reuniones, deslices y “marcaciones” que acompañan a nuestro Presidente.
Desde el día de ayer miércoles, nuestro Presidente se encuentra en New York, para participar del 66° Período de Sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas. Asimismo dentro de su agenda se encuentra programada reuniones con diversos presidentes, jefes de gobierno, y demás autoridades de este organismo internacional, tales como la Presidenta de Brasil, Dilma Rouseff, el Secretario General de la ONU Ban Ki Moon y también del mismo Presidente norteamericano Barack Obama. Con dicha participación en este foro mundial, el Presidente estaría cumpliendo con su primera actividad oficial de manera internacional.
Esta importante reunión que sirve como una vitrina hacia el mundo para ir mostrando el accionar político que se viene ejecutando por parte de los países intervinientes, servirá al Presidente Humala para de alguna manera despejar algunas dudas que todavía se mantienen a nivel internacional en cuanto a sus dotes democráticos y asimismo podrá aprovechar para mostrarse como un Presidente interesado en plantear una política socioeconómica distinta en nuestro país, a través de sus temas principales: como la Inclusión y Desarrollo Social en un país que crece económicamente; por otro lado resaltar el soporte fiscal con el que se cuenta para poder sobrellevar una futura crisis mundial y sobretodo un mensaje para los inversionistas, en que somos un país serio a diferencia de otros que han “pateado el tablero” y que más allá de la introducción de modificaciones sociales, se puede confiar en nuestras leyes y que continuamos siendo un país atractivo para el mundo en materia de inversiones.
Pero esto no hubiese pasado de ser una importante reunión protocolar, si no se hubieran suscitado hechos que considero innecesarios por parte de nuestro Presidente y que de alguna manera crean un clima de malestar sobretodo a nivel de medios internacionales y que desgastan su participación en la reunión de la ONU; hechos como el no responder a la Cadena Internacional Univisión, sobre si buscará o no la reelección, una pregunta que necesitaba de una respuesta contundente como anteriormente lo ha hecho, y no responder con ambigüedades y hasta con cierto mal humor, de manera ofensiva, no mostrando un temple o tacto político para afrontar una pregunta que repito, debía ser respondida con firmeza, amparándose en las leyes plasmadas en nuestra Constitución, que prohíben una reelección presidencial inmediata, y con eso creo que evitaba tanto enrollo. Ojalá no nos encontremos frente a un “Desliz Freudiano”, que es justamente cuando una persona realiza una acción o dice una palabra sin querer, y revela lo que piensa verdaderamente de modo inconsciente. Dios nos libre de eso.
Ahora si bien es cierto, tanto el Presidente Humala como su esposa Nadine Heredia, a través de sus cuentas en Twitter, han replicado su posición de respetar el orden democrático y gobernar el tiempo que la Constitución señala y ningún día más; creo que no debían llegar hasta estas instancias, porque es algo que lo debemos tener en claro todos los peruanos y que la confianza que se les ha otorgado, es para que puedan implementar los cambios que se requieran en materia social, continuando con el crecimiento económico de manera responsable, pero siempre dentro de un marco constitucional que no sea modificado para beneficios personales como anteriormente se ha hecho, y que por el contrario la institucionalidad democrática pueda prevalecer sobre cualquier ímpetu particular o grupal de permanencia en el Poder.
Por otro lado, se ha criticado fuertemente en varios medios la presencia de la Primera Dama en dicha reunión internacional, la misma que ha sido aprobada a través de una Resolución Suprema para autorizar su viaje como parte de la comitiva que acompaña al Presidente a New York, por lo que considero exagerada dichas acusaciones, hubiese sido quizás boñornoso que se le haya asignado un presupuesto especial para simplemente acompañar a su esposo, pero tal como lo ha señalado ella misma en su cuenta personal de Twitter, no está cobrando viáticos ni está llevando una comitiva a parte, debido a que no existe un despacho para la Primera Dama; además hay que señalar que está cumpliendo con una agenda paralela a la del Presidente, que incluye reuniones con organismos internacionales como la Fundación Clinton, y otras que brindan apoyo social a nuestro país; por lo que no nos deberíamos alarmar, al menos no se trata de un avión parrandero como con Toledo o casos escandalosos como en el fujimorismo, que se utilizaban esos viajes protocolares para transportar drogas, casos por los cuales han sido incriminados sus principales responsables.
Pero algo que sí debería llamar la atención y generar una duda sustentada (y esta duda la tengo desde la campaña electoral pasada), es que si nos estamos por enfrentar a una réplica peruana de lo que pasó en Argentina con el Kirchnerismo, es decir sacar la vuelta a la Constitución y que no se reelija el Presidente a un período más de gobierno, pero sí lo hace su esposa. Por cierto podría será válida esa posibilidad, pero habría que preguntarnos si sería ético por parte del Partido de Gobierno, aprovechar del contexto político mediático y sacar ventajas a través de políticas populistas y clientelistas para que parientes cercanos, en este caso la esposa del Presidente en ejercicio, sea la próxima gobernante de nuestro país.
Considero que ante esta realidad y posibilidad, sería difícil que pueda reglamentarse a través de la Constitución, la modificación de la normativa de procesos electorales y la Ley de Partidos Políticos, para que no se permita dentro de las elecciones presidenciales, partiendo desde las elecciones internas, el elegir parientes de primer nivel del actual mandatario para que postulen a la presidencia, y esto debido a que este caso no solamente se presenta en nuestro país; recordemos familias que han gobernado por años en otros países como por ejemplo EEUU, los Kennedy, los Bush, los Clinton, etc. son familias que lideran sus respectivos partidos políticos y que normalmente son voceados para candidatos en elecciones que se presenten; y por otro lado, las personas son libres de poder participar democráticamente en procesos electorales y dicho derecho no puede ser recortado.
Finalmente, creo que lo que sí está mal son los cacicazgos dentro de los partidos políticos y el aprovechamiento de recursos públicos y clientelismo para favorecer a familiares en su participación a elecciones ya sean a cualquier nivel de gobierno; en primer lugar porque no fortalece a los partidos políticos como institución, porque más parecen empresas familiares que se rotan los puestos de gobierno, restándole posibilidades al crecimiento del liderazgo dentro del mismo partido; y en segundo lugar, porque se vuelve una especie de “autoritarismo competitivo”, en donde una familia permanece en el poder, no permitiendo que la transparencia y la fiscalización sean su principal carta de presentación, dando origen al ensañamiento de la corrupción, tapándose sus “cochinadas” unos a otros y así sucesivamente. Tengamos cuidado con eso y no caigamos en el mismo error, una y otra vez.

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