martes, 9 de agosto de 2011

¿OH, Y AHORA DONDE ESTÁ EL GARANTE DE LA DEMOCRACIA?


La crisis de Perú Posible y sus repercusiones mediaticas en el actual gobierno.
Al parecer la sociedad PERU POSIBLE – GANA PERU, no viene dando resultados hasta el momento, sobretodo al poder apreciar las recientes designaciones y nombramientos de gobierno, las cuales no llenan las expectativas, sino por el contrario generan muchas suspicacias y generan un ánimo de desazón en la coyuntura política actual.
Esto debido a que se suponía que Perú Posible, iba a cumplir un papel, si bien es cierto no determinante, pero sí importante en el conllevar de la actual gestión de gobierno; pero al parecer esta posición se ha visto subrogada a cruzarce de brazos y simplemente conformarse con el otorgamiento de dos carteras ministeriales (no 4 ni 5, sino 2); con lo cual, sumado a su crisis partidaria interna, no hace más que reforzar la idea de representar a un socio desgastado, que en cualquier momento puede dañar el acuerdo de gobernabilidad, con el cual Gana Perú, se vió fortalecido en la segunda vuelta electoral, y así ganó las pasadas elecciones presidenciales.
Por otro lado, esta débil y casi inexistente sociedad de cogobierno entre estas dos agrupaciones políticas, no debe ser una excusa, ni mucho menos un condicionante para que no se evalue con criterio las actuales designaciones en las diferentes instancias de gobierno; por un lado se puede entender que dentro de un ámbito de confianza, el Presidente de la República recurra a su circulo más cercano, y esto lógicamente tiene que ver con la formación castrense de nuestro gobernante lo cual puede conllevar a que sus amigos colaboradores puedan o pudieran haber estado inmersos en la institución militar; pero lo criticable es, dentro de un aspecto subjetivo, las malas experiencias en gobiernos anteriores que dieron lugar a copamientos militares de manera progresiva, lo cual desencadenó en una corrupción generalizada y un control maquiavélico del Estado a través de su servicio de inteligencia.
Pero, también dentro de un análisis objetivo, estas designaciones resultan desatinadas y cuestionables, debido al pérfil de muchos de los profesionales en cuestión y su historial entenebrecido por sus actuaciones de público conocimiento, como son por ejemplo el nombramiento del abogado de Rómulo León y los Sánchez Paredes, el abogado Eduardo Roy Gates como asesor jurídico del Presidente y los militares retirados Luis Pereyra Briceño como jefe de Indeci (a quien se le cuestionó de haber alterado el expediente del Presidente en el caso Madre Mía) y por otro lado Adrián Villafuerte quien fue nombrado como Asesor Presidencial, de quien se dice estaría influyendo para que se nombren más militares en los ministerios del Interior, Defensa y el Servicio de Inteligencia y sobretodo poniendo énfasis a los que pertenezcan a la promoción de 1977 del ejercito (la promoción del Presidente), con lo cual generaría un malestar dentro de la institución al sobreponerse “la confianza presidencial”, sobre la meritocracia y el buen desempeño militar, ya sea para ocupar cargos públicos o para la toma de desiciones al momento de evaluar los ascensos.
En ese entender, considero que de la recuperación de Perú Posible como socio activo de gobierno (lo cual se ve muy lejano) y el liderazgo del Presidente dependerá que no prosperen más los desatinos al momento de convocar a sus colaboradores, y que se mantenga una estricta vigilancia sobre aquellos que antecedidos por su pasado, generan razonables dudas.

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