DESCENTRALIZACIÓN Y MACRO REGIONALIZACIÓN A LA VISTA

El desafío de un verdadero e inclusivo proceso de Descentralización en nuestro país

Estas últimas semanas la aventura de poner en marcha un nuevo proceso de Descentralización basado en macro regiones en nuestro país, ha estado tomando bastante fuerza, por lo que ha despertado la controversia nuevamente por parte de muchos analistas y “opinólogos” al respecto. Recordemos que esta idea no es nueva y deviene (ya vuelta la democracia en el Perú), de la gestión del Presidente Toledo, y truncada por el Presidente García en su segundo mandato, teniendo como referencia el Referéndum del 30 de octubre del 2005, en donde el APRA una vez más, jugaba un papel negativo motivado por sus intereses partidarios en el norte del Perú, promoviendo el NO a la integración regional, y trayendo consigo que haya una subdivisión regional con una alta desigualdad entre una y otra región, como la que vemos hoy en día.

Y hay que resaltar como antecedentes, siendo un primer factor principal a la problemática con la que el proceso de descentralización se enfrenta en la actualidad; la gestión del segundo gobierno del APRA; y esto debido al estancamiento y enfriamiento al proceso de descentralización, haciendo casi nada en función de superar los puntos críticos del problema de distribución de recursos y de esa manera afianzar la descentralización fiscal en nuestro país, siendo un agravante aún, que dicho gobierno en campaña prometió el “shock descentralista”, quedando todo como siempre en el papel. En ese sentido, así también lo ha precisado el Profesor Javier Azpur, experto en Descentralización y Reforma del Estado de Propuesta Ciudadana en una entrevista reciente, en donde señala que: “En el terreno de la descentralización el gobierno aprista no avanzó nada. No se han establecido indicadores y criterios claros para la asignación de recursos, lo cual es fundamental para que los gobiernos regionales y locales puedan hacer una proyección de sus ingresos, y sobre esa base realizar una planificación adecuada de la inversión”.

Otro segundo factor, que vendría a ser como consecuencia de la ineficacia en el proceso de descentralización de la gestión pasada, es la recentralización del gasto público, en donde el MEF, sigue siendo el ente que decide y asigna recursos, transfiriendo las funciones y tareas, pero muchas veces sin recursos presupuestales a los Gobiernos Regionales; siendo la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), el ente regulador para definir las competencias y funciones de cada nivel de gobierno, pero que lamentablemente a la fecha no ha cumplido a cabalidad con dicha función.

Un tercer factor es la falta de coordinación y liderazgo en la conducción y fortalecimiento del proceso de descentralización, en donde la Secretaría de Descentralización dependiente de la PCM no ha estado a la altura de la circunstancia. Por lo que se requiere dinamizar y optimizar esta instancia, con participación de los gobiernos regionales y locales, con lo cual le permita promover el desarrollo de capacidades en las regiones y localidades, identificando los cuellos de botella en el proceso de asignación de funciones y sobretodo de recursos presupuestales.

Un cuarto y último factor, es la ausencia de una efectiva política de regionalización, manteniendo a la actualidad una gran fragmentación de niveles de gobierno, con 25 gobiernos regionales (departamentos bajo el nombre de región), haciendo compleja la posibilidad de generar estrategias y planes de desarrollo, debido principalmente a la desigualdad entre las regiones que perciben recursos por canon (07 regiones), y las que no lo reciben (17 regiones).

En ese sentido, el actual gobierno por medio del Premier, anunció en la pasada presentación del gabinete, que a inicios del 2012 se propondrá un nuevo plan nacional de descentralización que intentará acabar con las injusticias sociales, basándose principalmente en la propuesta de una nueva demarcación territorial, que acabe con la actual división del país con departamentos ricos y departamentos pobres. Esta propuesta se basa en la creación de macrorregiones transversales, las cuales tendrán autonomía política, económica y social; la misma que tendrá que consensuarse con los gobiernos regionales y locales, y finalmente ser aprobada por la población vía referéndum. Estas macrorregiones que están dentro de la propuesta del Geógrafo Jaime Pulgar Vidal, con las cuales se busca que estas tengan territorios en la costa, en sierra y en la selva serían: la macrorregión norte (Tumbes, Piura, Lambayeque, Cajamarca, Amazonas y Loreto), la macrorregión amazónica (La Libertad, Huaraz, San Martín), la macrorregión sur (Arequipa, Moquegua, Tacna y Puno), la macrorregión centro andino (Huánuco, Pasco, Junín y Ucayali) y la macrorregión Lima-Callao.

A mi parecer, considero que la propuesta es buena, porque se va tomando en cuenta que la regionalización debe ser vista como una política de Estado, pero a su vez, considero que es bastante ambiciosa, debido a que antes de la conformación de bloques territoriales, se debe previamente resolver el tema económico integracional de las regiones, a través de la concientización a la población, de la importancia de la implementación de una coordinada política de descentralización fiscal, con la cual permita una adecuada redistribución del canon minero, pues hay que tener en cuenta, que hay muchos actores sociales, que ya han ganado espacio político dentro de su territorio departamental, con lo cual la macro regionalización generaría una competencia electoral más amplia y por lo tanto se niegan bajo esa premisa, a redistribuir ese dinero que vendría a ser de todos los peruanos; teniendo como ejemplo evidente, el pasado referéndum del año 2005.

Finalmente pienso que la Secretaría de Descentralización debe promover a manera de ensayo, la coordinación de grandes proyectos en conjunto entre dos o tres Gobiernos Regionales, con lo cual les permita dinamizar y concertar necesidades que abarquen transversalmente objetivos de desarrollo en común, tales como proyectos en carreteras, proyectos energéticos, proyectos agroindustriales, etc. con lo cual, poco a poco se irá creando conciencia de la importancia de capitalizar recursos para obras de envergadura macro regional. Aunque, antes creo que los Gobiernos Regionales deben ensayar con su propio gasto público, a través de proyectos de inversión que impacten a sus respectivos departamentos.